Tres palabras. Le bastaron tres simples palabras para cambiar el mundo. Solamente dijo “se ha acabado”. En ese momento no tengo aún claro si desperté de un sueño o comenzó una pesadilla. Estoy libre y perdido, y desde ese momento me siento esclavo de mi existencia. La cama es inmensa; me da vértigo en la profundidad de la noche mirar hacia ambos lados y ver el vacío. Por detrás de la música, del ajetreo de las tareas domésticas, del ruido de la calle… un sordo y opresivo silencio lo invade todo. La comida es una rutina de subsistencia.
Creo que el sock me ha provocado una suerte de amnesia. No me viene ningún recuerdo a la cabeza, absolutamente ninguno. No soy capaz de visualizarla, pero tampoco recuerdo mi vida, qué quería hacer, porqué luchaba. Sólo hay vacío.
No quiero ir a casa. Me siento como un fantasma que deambula en un limbo paralelo cuando cruzo la puerta. Me siento. El sofá me oprime, me asfixia, me atenaza. Mis amigos dicen que pasará. Pero la herida ha llegado hasta el ventrículo, que bombea mi alma a borbotones hacia la nada. Con sólo tres palabras.
CYBRGHOST.
Me has impresionado, no te reconozco, eres tú...???
ResponderEliminarde verdad, que me ha sobrecogido.....
me ha gustado y me has sorprendido, sorprendido para bien claro...!!!
un saludo....
vaya... qué super!
ResponderEliminarsolamente tres palabras, nada más!
Cyb. precioso tu relato, ya dijeron que tres son multitud, incluso cuando se trata de palabras. Esa imagen que creas diciendo " bombea mi alma a borbotones hacia la nada", es impresionante por lo que transmite, y sólo es una frase!.
ResponderEliminarUn saludo.
Te leo.
Vaya, muchísimas gracias, me tenéis impresionado por la acogida. Capi, no es una situación real afortunadamente.
ResponderEliminarda igual, pero transmites....eso es bueno...muy bueno...!!!
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