Parece que fuera ayer. Lo recordaba perfectamente, ¡cómo olvidarlo!. Estaba mendigando con su pequeña por el Distrito Sur, más preocupada de su seguridad y la de la pequeña que de la recaudación. Fue entonces cuando aquel extraño cambió sus vidas. Bien parecido, piel bronceada, traje de raya diplomática… Estaba completamente fuera de lugar allí. Tan fuera de lugar como haberle cedido aquel piso sin ninguna contraprestación. Y no conforme con eso, les llenaba la despensa y compró ropa nueva a ambas. Era un sueño. Sólo puso una condición. La ventana de la sala jamás debía ser abierta, siquiera correr la pesada cortina para echar un vistazo. O lo perdería todo. Pero con el tiempo la ansiedad la corría. Además ¿cómo iba él a saber si echaba un simple vistazo?. Pero ¿qué más daba qué hubiese tras la ventana?. ¿Iba a arriesgar todo por averiguarlo?. ¿Por qué se lo habría prohibido?. Al final cedió a la tentación y retiro la cortina. Tras ella, un simpe callejón. Pero ella jamás llegó a verlo. Nada más desplazar la cortina su piel se tornó sal. Una estatua de sal asomada eternamente a una ventana prohibida sin saber porqué.
Cybrghost
Microrrelato escrito a partir de la imagen propuesta por Ángeles Sánchez en Brevedades.
Me gusta mucho, mucho. Tuve la tentación de escribir sobre una estatua de sal yo también, pero como no miraba atrás, no me salió así, para que veas lo cuadriculada que soy. Pero me alegra, porque tu cuento me encanta!
ResponderEliminarun abrazo
De ahí el dicho de la curiosidad mató al gato o... no le hizo caso. jeje.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Abrazos
Este es un microrrelato de cabo a rabo, con su planteamiento, su nudo, su desenlace, el cambio en el personaje, en fin, Cyb, que está muy bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno amigo!!!!
ResponderEliminarPlacer de lectura hecha micro.
Un abrazo admirado
La verdad es que esta imagen está dando mucho juego, menudas historias más buenas. Abrazos.
ResponderEliminarToda prohibición es una tentación en sí misma. Me gustó mucho. Muy bien llevado
ResponderEliminarUn saludillo
me ha recordado mucho a los relatos que solia escribir. Gracias. Ademas de que cualquier alusion al mito me apasiona. esas prohibiciones divinas que son defectos tan humanos, que simpre acabamos cayendo!
ResponderEliminarANITA: Gracce. Me alegro que no escribieras de ello o no habría tenido que escribir yo jaja. Me alegro que te guste.
ResponderEliminarSU: No la mató, la volvió sal, quién sabe que pasará después.
ANGELES: Me siento honrado por tu opinión.
PATRICIA: No creo merecer tu admiración, pero muchas gracias.
MAITE: Me alegro que te guste mi historia.
PUCK: Me alegra que te guste mucho.
DIVINIZADA: Gracias a ti por pasarte por aquí. Bienvenida
Me ha encantado el vestido que le has puesto a esa ventana. Esas palabras que dan sentido a tu inspiración.
ResponderEliminarCada vez me gusta más tu "hoy".
Abrazos
MERCE: Me alegro y un placer recibir periódicamente tus comentarios.Trataremos de que te siga gustando y de seguir creciendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un micro muy salado. Me ha gustado esa curiosidad típica del ser humano.
ResponderEliminarBlogsaludos
Muy bien, Cyb. Has ido llevando la historia fluidamente hasta un desenlace sorpresivo. Es un cuento bien narrado y que se complementa perfectamente con la foto.
ResponderEliminarUn abrazo.
ADIVÍN: celebro que te guste, el micro y mi forma de entender las letras :-)
ResponderEliminarTORCUATO:Me alegro que te guste y agradezco tu análisis.