Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en
Joder, qué relato más bestia!!!
ResponderEliminarEl lunes te quiero alegre :)
Un abrazo
El lunes no publico. No sé que tocará el martes.
EliminarBuf, este relato está envuelto de una agresividad que da algo de miedo, bien pintado ese autorretrato de un psicópata.
ResponderEliminarLo malo es que la realidad acaba superando a la ficción. Y a mi la agresividad creciente y cada vez por tonterías más nimias me preocupa profundamente.
EliminarEspeluznante y perfecto!!!!!
ResponderEliminar¿Perfecto?, entonces ya no escribo más :-).
EliminarEl jurado de ReC es mucho menos magnánimo que tu.
booooommmmmmm!!!! Yo también te quiero más alegre el lunes, el martes... :-)
ResponderEliminarsaludillos
No tengo unos días especialmente malos, y no tengo un criterio claro para decidir que publico cada vez. Está escrito hace ya un tiempo.
EliminarTremendo... Y la foto también.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias. La foto es una casualidad que me pilló inspirado.
EliminarFrío, doloroso, contundente, Cybrghost. ¡Fantástico!
ResponderEliminarLa foto, considerada como resultado de imagen y título, está a la altura de excelencia del relato.
Un abrazo.
Pedro, "excelencia" me parecen palabras mayores. Como le dije a Patricia, el jurado de ReC fue mucho menos magnánimo. La foto es previa, pero es que columpiar mi mente por la fotografía (de la que sé tan poco como de escribir) es otra de mis pasiones.
EliminarSi es bestia, si.
ResponderEliminarSu admirado Mark David Chapman no era ningún sicópata, sólo una pobre persona a la que sometieron a experimentos terribles y al final lo dirigieron hacia ese final tan trágico.
Un abrazo, Cyb.
Oye, mándame un correo.
Salió así. Si ves la anterior entrada verás que esa semana estaba un tanto violento, "literariamente" hablando. No controlo mucho la vida del Sr. Chapman, incluso tuve que buscar su nombre, pero se me vino a la cabeza al pensar el relato.
EliminarTe mandaré ese correo.
Uf! que cañero!!!!, espero que pronto olvidemos a todos esos que matan por salir en los periodicos...al menos no libraremos de los imitadores.
ResponderEliminarUn abrazo!
Casi mejor libremonos de los originales, así no tendrán a quien "admirar" e imitar.
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