Nepómides se levantó a las 6:01 exactas como cada mañana. No
programar su despertador neural en punto como todos era un pequeño acto de
rebeldía. Sacó un módulo alimenticio del cajón refrigerado y lo desayunó en
cinco minutos. Se dio una ducha rápida de tres minutos y se afeitó en dos.
Tiempos exactos y medidos, movimientos precisos y automáticos. Se enfundó el
mono azul celeste mientras su cabeza comenzaba a ser consciente, efecto de los
excitantes del módulo de desayuno. Repasó minuciosamente sobre la pantalla LED
cada una de las visitas, reuniones e informes del día, memorizando
cuidadosamente horas y lugares. En siete minutos comenzaría otro ajetreado día
laborable. Según el cuadrante de avisos, mañana tocaba uno de sus tres días de
descanso mensual obligatorio, así que antes de salir envió una orden de pedidos
al almacén de hologramas, especificando claramente la hora de recogida. Le
apetecía pasar el día en el campo.
cYBRGHOST
Este relato fue escrito para "Esta Noche Te Cuento" cuyo tema de inspiración este mes debía ser "2084"
Vale, hablo ahora. Bueno tu relato, muy imaginativo. Este mes no he participado, uf, no me inspiraba nada el tema. Veo que a ti sí.
ResponderEliminarSuerte y saludos.
Gracias. Bienvenida.
EliminarEstarán programadas también las hormigas???
ResponderEliminarTodo hace pensar que sí.
Y ya, si encima va solo.........., una juerga, vamos.
Ay, que penita más grande.
Ah, y en cuanto al despertador, yo hago lo mismo por lo mismo. Un ejemplo claro de lo que me fastidia MI programación. Porque... soy organizada pero mi puntito de rebeldía es sagrado. Vamos, que soy un poco como él y mira que me fastidia decirlo.
Yo lo hago simplemente por gusto por los números impares. Desconozco si estamos programados o no, sé que yo en ese aspecto soy una absoluta contradicción.
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