Me
llamo Norma Jeane Mortenson,
aunque a ti poco te importa.
Tienes tu estereotipo prefijado,
para ti sólo soy una rubia maziza y tonta.
Y que de Shakespeare me haya empapado
poco te importa.
Qué más da que haya estudiado
o recite a Whitman de memoria.
Tú sólo me miras las tetas
y no ves mi mirada triste.
Sólo te interesa mi risa de claqueta
y enterarte de chismes.
Sí, me follé al Presidente
y a cuanto se puso por delante,
porque la rabia me posee
y el sexo me evade.
Yo no quiero ser un simple objeto de deseo,
un cuerpo de culto descerebrado.
Pero por más que luche no puedo,
así que mi final está llegando.
Miguelángel Pegarz
cYBRGHOST
Miguel Ángel, un bonito homenaje a la Monroe, que dicen que era superdotada intelectualmente, pues físicamente saltaba a la vista que lo era.
ResponderEliminarA veces, las apariencias, por suerte o por desgracia, engañan.
Buen relato.
Saludos.
Gracias. Es la parte en verso del que me adapto "Extra Fantástica" de Radio 3.
EliminarGracias por leer y aún más por comentar:
Nos cuesta rascar la superficie. Bien traído Miguel Ángel.
ResponderEliminarSaludos.
Y tanto.
EliminarGracias por leer y aún más por comentar: