En la tribu de los onovaris nacen sin nombre. Les llaman por
el nombre de su madre, seguido de la palabra hijo, y el ordinal si procede.
Cuando alcanzan la adolescencia comienzan a vivir casi independientes de sus
progenitores, en un gran pabellón en un extremo del poblado. Éste tiene una
balconada desde la cual los chicos son observados por sus mayores. Allí sucede
su vida durante dos años.
Cuando el miembro de la tribu en cuestión alcanza los
diecisiete años lunares, vuelve a sus padres y pregunta si es digno de que le
presenten ante el Consejo de Ancianos. Es entonces cuando en joven onovari
pedirá la palabra al consejo.
El Consejo se tomará el tiempo que considere necesario para
otorgar esa palabra, meditando cual ha de ser. Una vez que al joven le sea dada
la palabra, por ella será conocido hasta el fin de los días.
Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST
Sí que es bonito. Pero te deja con ganas de más. Es como si cortará la historia justo cuando iba a empezar.
ResponderEliminarLo primero un honor tenerte por mi casa, aunque no se sepa muy bien en que estado está. Lo segundo, puede ser, hasta ahora no lo había visto. Le daré una vuelta, igual sale más.
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