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Mostrando entradas de agosto, 2010

PERSONAJE

Soy un personaje. No tengo cara, no tengo cuerpo. Conoces a un fantasma al que no puedes asociar recuerdos. Puedes sentirme cercano, pero realmente ¿sabes algo de mi vida?. Sólo soy lo que te muestro y fantaseo. CYBRGHOST La Fotografía la titulé "En Negativo" y pertenece a la Serie Conceptual

ENTREGA

Con esta entrada este blog que empezó y sigue a trancas y barrancas supera las cien entradas. Para celebrarlo esta entrada es muy breve, muy sentida y dedicada a la persona que más me ha apoyado,en esto y en todo, en los momentos más duros. "Quiero tenerte a mi lado, y sentir que no te tengo todavía, para vivir en la entrega de tratar de conquistarte cada día" CYBRGHOST Miguel Angel

NANORELATOS VI (Microrelatos XI)

NADA No le pasaba nada. Hacía demasiado que no le pasaba nada. Por eso hoy había tocado fondo. PARTIRÉ Un Día llegaréis aquí y no estaré. Algunos os enfadaréis probablemente. A los más os dará igual u os llamará levemente la atención. Sinceramente, a esas alturas no creo que me importe lo más mínimo. CAMBIO E IDENTIDAD La gente cambia. Él había cambiado ya tantas veces…Una pregunta le atormentaba en la cabeza. ¿Y si no soy el mismo? Realmente, ¿cómo puedo saber que soy yo?. CYBRGHOST La Fotografía se titula "Abandono" y pertenece a la Serie "Parajes"

EL VIEJO LABRIEGO

Hacía muchos años que había dejado de ser joven, incluso bastante que había dejado de ser un hombre maduro. Era un viejo. Nunca entendió porqué la gente se empeñaba en evitar esa palabra. Se seguía levantando con el Sol, como había hecho desde que tenía uso de razón, aunque ya no recordase cuando fue. Las articulaciones le chirriaban como bisagras oxidadas, y no conseguía traer a la mente un día en que no le doliesen los huesos. La casa era como él, vieja dura y fría, y con más desconchones de los que uno tuviera paciencia a contar. Estaba sola en medio de una enorme planicie y era a todas luces demasiado grande y con más terreno del que un anciano pudiera llevar. Desayunaba fuerte, por lo que pudiera venir. El médico le recriminó en una ocasión que aquella dieta le perjudicaba y lo solucionó. No volvió al médico. Los pocos que le conocen bien cuentan que en tiempos fue amable e incluso alegre; pero la viudedad le convirtió en hosco y rudo. No obstante había de ser rudo, si no cómo