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Mostrando entradas de septiembre, 2019

LO QUE HAY QUE TRAGAR

Nos comimos a unos cuantos vecinos para no defraudar al lívido público. Es lo que se espera de unas criaturas del Averno, y el terror que inspiramos se fundamenta en perpetuar el mito. Pero maldita sea la hora. Varios de mis compadres no dejan de vomitar y el resto tenemos acidez y ardor de estómago. Y es que entre químicos, drogas y polución ya sólo se puede comer tranquilo humano de granja ecológica o clonado en laboratorio. Arriesgamos nuestra salud cada vez que nos invocan; y encima el seguro no lo cubre. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

JUEGO DE NIÑOS

Lleva horas durmiendo en su camita como un ángel. Viéndole, nadie sospecharía que ha tenido una dura jornada de trabajo. Nadie desconfía de un niño que ofrece un caramelo que cura, nadie se niega a probarlo si insiste. Nadie se fija en una tierna criaturita que mira con atención mientras examinan al finado. Nadie te toma en serio y todo son ventajas. Bueno, menos a la hora de ir al banco a cobrar. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

INVOLUCIÓN

Intuyo que los científicos irán desapareciendo en los próximos años hasta extinguirse. Menospreciaron la variable ` comunicación´ cuando las Pseudoterapias se autoproclamaron religión. Mezclando sus prácticas con ritos y elocuencia enterraron los datos ¿Los caídos? Fáciles de atribuir a los investigadores herejes. Cada vez menos tendrán el valor de estudiar la verdadera Ciencia y los más radicales se encargarán de los últimos valientes. Al último que atraparon lo quemaron en la hoguera de su propia biblioteca. Lo emitieron en directo y arrasó en cuota de pantalla. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

MALA MULA

Habría cogido alguna vez un hilván pero la costura no era lo suyo. Quizá por eso el remate era tan vistosamente torpe. O quizá quedó tan mal rematado porque no es un cosido para guardar nada. O quizá guardó demasiado. Quizá fuese demasiado porque la necesidad era grande. Quizá fue por todo junto que aquel torpe costurón llamó la atención de los agentes. Quizá no debió prestar atención cuando le aseguraron que era una solución rápida y fácil a sus problemas. Lo único seguro es que ya era tarde y aquellas puntadas mal dadas le iban a dar la puntilla. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST