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Mostrando entradas de diciembre, 2010

EL ABUELO II

El señor Marcial se quitó la boina enrabietado, sin estarlo, como cada sábado. Entornó la mirada y recorrió una a una las caras de la chiquillada, y no tanto. Atizó el fuego y carraspeó exageradamente. Todos esperaban impacientes con que historia les sorprendería "el abuelo", como todos le llamaban. Súbitamente el sonido de un teléfono móvil rompe la magia. -¿Quién demonios...?- El rostro del señor Marcial se sonroja cual tomate mientras introduce la mano en su chaqueta y cuelga -Es que es nuevo y todavía no me hago- se disculpa en tono de protesta. CYBRGHOST

EL ABUELO I

(Con este Microrrelato participé en la maravillosa iniciativa El Filandón 3.0 de Alberto Flecha y Manuel Ferrero) Ningún menor de cuarenta recuerda su nombre. Para las tres últimas generaciones es “El Abuelo”. Cuentan que más joven y menos encorvado atemorizaba a los niños por su gran planta y llevar su pierna izquierda “al arrastra”, fruto de un accidente de infancia. Tal zozobra le producía que fue a hablar uno a uno a los padres. Y, desde antes que yo tuviese memoria, todas las noches de sábado, El Abuelo echa un buen par de maderos de encina a la lumbre y se ocupa de que los críos no olviden las leyendas de sus ancestros. CYBRGHOST

NANORRELATOS XII

CORAZÓN DE ROCK’N’ROLL No importa cómo vista o con qué calce mis pies. Mi corazón siempre camina sobre unas viejas botas de cuero. JUEGOS ARDIENTES El niño se dirigió al Parque de Bomberos y dijo: “Yo quiero jugar. Voy con los malos”. (Título Alternativo: "Niño Pirómano") LOCO PROFESIONAL El loco tuvo una súbita iluminación. Había nacido para perito en lunas. CYBRGHOST

MUNDOS

Un niño juega sonriente. Mueve su coche por las calles, baja a los muñecos, introduce uno en la casa de juguete, otro lo deja cuidando el jardín de espumillón. Una voz le interrumpe llamándole a la cena. Un joven distribuye afanosamente las figuras en su maqueta: los coches, los lugareños, un niño divirtiéndose con sus juguetes… Una voz le interrumpe llamándole a cenar. El artista esparce las distintas maquetas por la habitación y coloca los maniquíes cuidadosamente inclinados sobre cada una de ellas, colocando aleatoriamente alguna pieza de las mismas entre sus dedos. Recibe una llamada. Es hora de ir a cenar. El diseñador gráfico trabaja febrilmente sobre su último proyecto. La pantalla dividida en cuadrantes. En el centro, un avatar se clona en cuatro, disponiendo metódicamente unas maquetas a cargo de las cuales deja a pequeños robots, que se emplean a fondo en hacerlas crecer y ganar detalle. El diseñador se frota los ojos y mira su reloj. Es tarde, hora de ir a cenar. El gui