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Mostrando entradas de septiembre, 2016

PUNTOS DE VISTA

¡Y le manchaba lo dedos de harina al entregar el paquete! ¡Vaya descaro! Empezó con la sonrisa sobresaltada, luego el destacar su desparpajo y ahora esto. Tendría que lanzarse, no podía seguir ignorando las señales. Ella trataba de ser amable, ignorar esas miradas, esos dobles sentidos. Pero tenía que hacer algo. Ese tipo la acosaba. Y así lo compartió con su esposo. Al que saliera con los dedos tiznados. A ese tenía que ajustarle las cuentas. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

JUGANDO CON FUEGO

Desde entonces papá ya nunca juega con él. No sé si aún lo tiene. No he vuelto a verlo. Jeff quería que papá le enseñase una vez más como manejaba el revólver el Llanero Solitario. A mamá nunca le gustó ese juego. Llevaron a Jeff al hospital, con mucha sangre. Mamá y él no han vuelto por casa. Papá dice que pronto tendré que ir con ella. Mejor, él ya no juega nunca. De Jeff no me ha dicho nada. Miguelángel Pegarz c YBRGHOST

DIETA ESTRICTA

Un muerto nunca es una buena noticia.  Un muerto nunca arregla nada; sólo complica más las cosas.  Un muerto no da para saciarnos, y después el hambre aprieta más. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

ABSOLUCIÓN

El tribunal apreció cierta rigidez en su mirada. El jurado debatía si era producto de la culpa o la insensibilidad del psicópata. Ninguna de las dos opciones ayudaba al acusado. Tampoco lo hicieron las declaraciones del séquito de testigos de la Fiscalía. El veredicto parecía obvio. Pero la defensa dio un giro magistral al caso. Consiguió justificar esa mirada. El forense certificó, “sin ningún género de duda”, que el acusado estaba ya cadáver en el momento del crimen. Miguel Ángel Pegarz C YBRGHOST

LA HISTORIA DE CAPERUCITA Y EL CAZADOR

No fueron felices. Y no comieron perdices. Ella apenas acaba de estrenar su mayoría de edad. Era una chica culta, liberada, con aspiraciones y posibilidades. Tenía toda una vida por delante y ganas de comérsela. Él ya estaba en su segunda madurez, era un hombre tosco, poco formado y sentimentalmente precario. Estas historias funcionan bien en los cuentos y en determinadas películas, pero cuando se pasa la última página, cuando acaban los títulos de crédito, la realidad suele ser otra. La fascinación por el salvador y el hombre maduro funcionó un tiempo. La atracción por la afrodita de suaves curvas y pecado hecho carne también. Pero al poco tiempo ella comenzó a verse limitada, atada demasiado corto, privada del aire que siempre quiso. Él fue no soportando que se creyese más lista, y menos aún darse cuenta de que lo era. No soportaba las miradas de otros sobre ella, ni que las tolerase y disfrutara. Ella estaba cada día más cansada de sus pocas luces y su estrechez de miras. A él,