La mujer que iba en el coche a mi lado me resultaba apenas conocida. Enfundada en un ajustado vestido rojo, a juego con sus labios, su melena rubia parecía sacada de una película de género negro. De la misma en que una irresistible desconocida me suplicó porque no podía aguantar más a aquel hombre y sus maltratos. Al volante de mi viejo Ford, por la autovía casi desierta, completaba un guión perfecto. Todo encajaba, salvo ese control de la Guardia Civil frente a nosotros. Miguelángel Pegarz c YBRGHOST Para ReC. Frase de inicio obligado en cursiva
ESPACIO LIBRE DE POLÍTICA. Gracias por respetarlo.
El Administrador de esta bitácora no guarda ningún tipo de información sobre los usuarios.
(Este sitio utiliza cookies de Blogger y ocasionalmente de i-Voox si escuchas los audios. Si continúas la navegación se entiende que estás de acuerdo con ello)