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Mostrando entradas de diciembre, 2019

TU ÚLTIMO CUMPLEAÑOS

Ordenaron colocarle una venda en los ojos. Dos de los hombres que le escoltaban, los más fornidos, se ocuparon de ello. Lo llevaron a ciegas por pasillos y zonas exteriores, a juzgar por lo que oía, durante lo que calculó unos diez minutos. Finalmente pararon, y escuchó un portazo tras de sí. Casi se orina encima. En medio de un silencio de cementerio le quitaron la venda. Una explosión de gritos y risas le colocó ante un enorme cartel que ponía “Feliz Cumpleaños”. Desde entonces no va a las fiestas y envía siempre un paquete por correo. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

ULTIMA CARTA A LA FAMILIA

Querida Milagros: Supongo que te extrañará recibir carta mía a estas alturas. Seguramente no esperases recibirla, pero sé que la has abierto y estás leyendo. Te ruego que lo hagas hasta el final, es importante. Seré breve y pienso que merecerá la pena. No sé si me has extrañado durante este tiempo. Supongo que al principio sí; siempre tuvimos esa extraña dependencia, luego se habrá mitigado. ¿Cómo está Sergio? Debe ser ya enorme. ¿Le hablas de mí? No sé si prefiero que lo hagas o no. Lamento profundamente que esta carta esté llena de suposiciones, pero es inevitable con la distancia. Te ofrecería disculpas por todo lo vivido, pero a estas alturas no le encuentro sentido. Aunque no lo creas, os he echado de menos. A ti y al crío, aunque apenas haya llegado a conocerlo. Quizá ya me hubieras dado por muerto, pero conociéndote lo dudo. Por eso me he decidido a escribir esta misiva. Te podría contar mil cosas que posiblemente no quieras escuchar. Pero me veo obligado a ser breve

SIGUE EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS

Dorothy se cansó de ver todo verde y decidió tomar el camino de baldosas amarillas. Le acompañaron el León, el Hombre de Lata y el Espantapájaros. Cada noche susurraba terribles amenazas al León, que acabó por huir aterrorizado. Contaba historias terribles al Hombre de Lata, que acabó abandonándolos, insensible. Dió pastillas y pastillas al Espantapájaros, hasta que acabó siendo una masa balbuceante, incapaz de razonar. Sorprendida por un Tornado, trató de ponerse a salvo corriendo a su centro. Perdió la conciencia y despertó en un campo de algodón, cercano a una casita de madera desde la que una pareja le llama. Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST