Pegarz Escribe

Estos nanorrelatos participaron sin éxito en diversas propuestas de Cuenta 140 de El Cultural - FALTA DE PRUEBAS El olor a carne quemada no dejaba lugar a duda. En aquella chimenea se habían destruido pruebas. - APRETANDO LAS TUERCAS ¡Siempre viniendo a quejarse al taller!. Media vuelta menos en la próxima revisión y verás como no vuelve a quejarse. - TRATAMIENTO RADICAL Confirmado. Pese a decir que "les falta un tornillo", la introducción y giro de un destornillador por el cerebelo no cura la locura. - RULETA RUSA Siempre me gustaron los deportes de riesgo, pero nunca pensé que me harían rico. No hasta engancharme a la ruleta rusa. - FALTA UNA BALA Uno a uno apuntó a los siete chakras. ¿Uno a Uno?. ¡Mierda!, cuando empezó a disparar se dio cuenta que el revólver sólo tenía seis balas. - ¡TRÁGATE ESTA! Introdujo el cañón en su boca y apretó el gatillo. El chorro de agua directo a la garganta le obligó a tragar. - SADISMO Le encantaba ver cómo miraban m...

-¿Lo tienes?- -Si, lo tengo- Y le tendió un sobre. Él lo cogió y comprobó el contenido. -Lo tuyo- dijo tendiéndole otro similar, haciendo a su vez la pertinente comprobación. -No entiendo porque tenemos que hacerlo así, con tanto secretismo- - Nadie debe vernos- -Pues yo tampoco veo tan raro coleccionar cromos a tu edad ¿no?- Cybrghost

Se acercó al cuadro de diagnosis del edificio. Un armario estándar con sus veinte cajas, una por piso. Con precisión suiza extrajo y colocó cuatro de ellas, una tras otra. Movimientos precisos y asépticos: comprobación pupilar, apertura de la caja, revisión del holograma, vuelta a su sitio, siguiente. Hasta que al abrir la quinta sonrió levemente. -Ahí está el problema, vamos a ello-. Al devolver la caja a su lugar, tropezó levemente al introducirla, lo que le hizo soltar un exabrupto. Ajustó su muñeca y comprobó el movimiento de los dedos – A ver si llega de una vez el maldito antebrazo nuevo-. Cybrghost

-Cursé mi carrera en la Universidad Nacional. No obtuve notas destacables. No poseo formación adicional específica. No muestro interés en moverme demasiado. No he manifestado especiales ambiciones… Sinceramente, vine por venir. Nunca pensé que me acabaría haciendo con el puesto-. -Es muy simple señor Gómez. Precisamente por eso ha sido usted seleccionado. Es un tipo realmente gris. No llamará la atención. No despertará simpatía ni rechazo. Y, llegado el momento, será muy fácil prescindir de usted-. Cybrghost

Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...