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EL GRAN JUEGO.

Te sientes nervioso como un adolescente. Da igual la edad que tengas, ni el convencimiento que tengas de un resultado. Nunca controlas la situación; Haces ver eso, eliges cuidadosamente el sitio, llevas el peso de la conversación, marcas los tiempos. Poco a poco vas sonsacando el tema. Parece que la cosa va bien. Continúas. Parece que la cosa va bien. Realizas una aproximación. Empiezas a creer en ti y en tus posibilidades. No por ello bajas la guardia. Notas cierta tensión, aunque no es una tensión ni mucho menos desagradable. Notas ciertos nervios también enfrente de ti. No sabes cómo interpretarlos, puede ser una buena o una mala señal. Pero ya has llegado demasiado lejos para dar la vuelta. Parecería una huída. No, sería una huída, y sería muy ridículo. Así que sigues el juego. Tratas de controlarlo, cada mirada, cada contacto, cada frase, cada pregunta, el tiempo…. Un intento de olvidar que, en realidad, tú no controlas nada. Y cuando crees que es el momento apropiado, te expones, das la vuelta a tus cartas, dejas ver tu jugada. Has jugado bien esta vez, hasta tú mismo te lo reconoces. Pero ellas siempre tienen la mejor jugada. Y hoy tampoco tocaba ganar. Cierto o disculpa con intención de no herir, como siempre hay un argumento. Un argumento que como tantas veces no es favorable a tus intereses. Pero ese es SU juego. Y Nunca lo reconocemos, pero por dentro quedas herido, te has descubierto, y en ese momento eres vulnerable. Y queda otra herida, y escuece. Por eso cada vez te cuesta más, porque duele. Y el Tiempo pasa, y cada herida te invade de nostalgia y te hace sentir un poco más viejo y creer un poco menos.

CYBRGHOST

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EL CAPRICHO

Muerto, pero mío . Llevaba viéndolo demasiados días, sólo un instante, pero suficiente para desearlo con todas mis fuerzas. Pero él me esquivaba. No sé si consciente o inconscientemente. Tenía muy claro que no se me escaparía. No podría huir eternamente. Hoy bajó la guardia, se demoró. Suficiente para colocar mis alas en ancla y caer sobre él. Ya no se pavoneará más. Aunque ahora que lo tengo, tampoco me gusta tanto. Cybrghost Participó en Rec (Relatos en Cadena), cuya frase de inicio obligado esa semana aparece en cursiva.

EL ABUELLO III

Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...

SILENCIÁNDOME

(Versión prosa) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras  a un cajón antes que mi voz acabe de disolverse en el susurro de los oídos distraídos ocupados en otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, de tratar de gritar al viento y que el viento sople a la cara, y que mis palabras me retumben en la cara. Hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, donde al menos vivirán en una ilusión, ajenas a lo que su padre sabe. (Versión Verso) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Previo mi voz se disuelva en rumor De oídos distraídos, ocupados En otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, tratar De gritar al viento y que el viento sople A la cara, retumben las palabras Contra la boca. Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Ajenas a lo que su padre sabe. Que al menos vivan en la salvación De ilusión sorda.   (La versión verso esta incompleta. A sugerencia de Gonzalo Escarp...