Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
Hay muchas formas de bombardear la esperanza. Sin duda tú planteas una negociación a destiempo en la que el humano sucumbe ante la evidencia y las consecuencias de sus propios actos.
ResponderEliminarUn estilo y forma de narración que me gusta, con esa atmósfera de sombras y silencios, preludio de la extinción.
Tu voz arrastra las sílabas como símbolo decadente de la escena que narras. ¡Bravo!
Un abrazo Miguel Angel.
Para mi una negociación nunca es a destiempo. Celebro que te guste, aunque como siempre, no lo suficiente. En lo de la voz sólo soy un vulgar aprendiz de oído de Juan Suárez & Cía (La Libélula de Radio3) y Javier Gil (La Poesía es un cuento).
EliminarMuchas gracias por tus palabras y ni imaginas cuántas por tu comentario.
Salud.
Muchas veces hay que intentar negociar aunque creas ver el fracaso como horizonte final. Por lo menos, que no se diga que no se ha intentado.
EliminarMuchas gracias por leer y aún más por comentar.
EliminarUn abrazo.
Salud.
Ese ego prepotente ¿puede negociar?...
ResponderEliminarIntensidad en tus palabras y tu voz¡¡
Gracias,
tRamos
Negociar, negociar siempre. Con más o con menos posibilidades.
EliminarGracias a ti, por pasarte a leer, y muchas mas por dejar tu comentario.
Salud.
Mantener la esperanza a pesar de todo, esa es la clave para despertarse y continuar cada día hacia arriba.
ResponderEliminarSaludos
Para mi, hay una delgada linea que separa cuando mantener la esperanza y cuando hay que asumir la derrota. En todo caso, mejor o peor, todo segurá girando.
EliminarMuchas gracias por leer y aún más por comentar.
Salud.