(Versión prosa) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón antes que mi voz acabe de disolverse en el susurro de los oídos distraídos ocupados en otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, de tratar de gritar al viento y que el viento sople a la cara, y que mis palabras me retumben en la cara. Hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, donde al menos vivirán en una ilusión, ajenas a lo que su padre sabe. (Versión Verso) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Previo mi voz se disuelva en rumor De oídos distraídos, ocupados En otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, tratar De gritar al viento y que el viento sople A la cara, retumben las palabras Contra la boca. Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Ajenas a lo que su padre sabe. Que al menos vivan en la salvación De ilusión sorda. (La versión verso esta incompleta. A sugerencia de Gonzalo Escarp...
Pues sí, hay vida después de la muerte. Un relato negro muy tierno.
ResponderEliminarAbrazo
Ternura y negrura, pura contradicción, como el autor.
EliminarMuchísimas gracias por pasar por aquí e infinitas por comentar.
Salud.
Buenas noches, Miguel
ResponderEliminarEste micro será publicado en El Microrrelatista el día 20 de septiembre.
Con tu permiso.
Un abrazo, amigo.
Un honor, faltaría más.
EliminarAmén de que la licencia con que publico te exime de pedirme permiso.
Muchas gracias por pasar a leer y por difundirlo.
Un placer tenerte de nuevo por estos lares.
Salud.