No repararon en nada. Se creyeron capaces de todo a pecho descubierto y con todo por delante. Hasta que dos tiros en el pecho les devolvieron y apartaron de la realidad. No eran mágicos ni inmortales.
CYBRGHOST
Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
nada de eso...
ResponderEliminarVida fugaz, cargada de falsas creencias. Me llevo este micro de la mano hasta mi blog, donde se reunirá con los demás micro-tanato-relatos.
ResponderEliminarUn saludo!
Encantado de conocer tu blog, buenos micros.
ResponderEliminarSus vidas terrestres se entremezclaron con tanta divinidad venida de otros mundos. Pronto olvidaron su supuesta procedencia. Pronto se fueron.
ResponderEliminarBlogsaludos
Manuespada: Un placer y un honor que te gusten.
ResponderEliminarAdivín Serafín: Tu comentario es un post en si mismo
Anonima y Javi: Gracias por comentar y por vuestra fidelidad.
O eso pensaron...
ResponderEliminarTras la resurreción de la saliva nació otra raza de enamoradas libélulas.
Un abrazo...
Como la vida misma.
ResponderEliminarGenial.
Un saludo