Muerto, pero mío . Llevaba viéndolo demasiados días, sólo un instante, pero suficiente para desearlo con todas mis fuerzas. Pero él me esquivaba. No sé si consciente o inconscientemente. Tenía muy claro que no se me escaparía. No podría huir eternamente. Hoy bajó la guardia, se demoró. Suficiente para colocar mis alas en ancla y caer sobre él. Ya no se pavoneará más. Aunque ahora que lo tengo, tampoco me gusta tanto. Cybrghost Participó en Rec (Relatos en Cadena), cuya frase de inicio obligado esa semana aparece en cursiva.
ESPACIO LIBRE DE POLÍTICA. Gracias por respetarlo.
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Me gusta, Cybr., reflexivo.
ResponderEliminarLas dos caras de la moneda. El no saber lo que somos en realidad, pura energía y consciencia, nos hace querer ponernos en un lugar acotado para así estar más tranquilos.
ResponderEliminarUn abrazo, Cyb.
No estar contentos con nosotros mismos, esa es nuestra condena.
ResponderEliminarBlogsaludos
El caso es no estar satisfecho con uno mismo. Siempre queremos lo que no somos.
ResponderEliminarUn saludo indio
A veces resulta difícil conformarse con lo que se tiene y se añora lo de los demás... que triste sensación y que gran brevedad!!
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Llego tarde a tu blog, pero llego que es lo importante!
Lo que está claro es que nunca estamos conformes con lo que tenemos!!
ResponderEliminarBuena reflexión Cyb. Un abrazo.
Parece que nos gusta no ser felices nunca.
ResponderEliminarAbrazos de Aprendiz de felicidad.
Gracias a tod@s por vuestros comentarios.
ResponderEliminarSUCEDE, aún está abierto así que no llegaste tarde.
Entonces aprovecho para entrar también.
ResponderEliminarSolo cuando se está en el camino, se sabe las piedras con las que se tropieza.