Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
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Lo que me he pensado publicar esto. Más que nada por el riesgo de las interpretaciones y sobre todo por el mensaje de debajo del título del blog.
ResponderEliminarLas interpretaciones en los textos cortitos, siempre quedan un tanto abiertas en espera de que cada cual aporte. Muchas veces me sorprendo de cómo escribo un mini de estos y pensando que le doy un par salidas, la gente me plantea otros puntos divertidos.
EliminarSi tu hormiga se conformaba con atender a su manera a las guerreras...algo de provecho sacaría.
Saludos.
El problema está en cuándo no te dejan seguir esa rutina, que a priori no me parece mal.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
A eso precisamente quería referirme yo.
EliminarHe ahí el punto. Que todo lo que digamos será interpretado a criterio de cada quien. Es la parte Babeliana de la vida.
ResponderEliminarPero algo que nos escapa a quienes poseemos un instinto comunicador.
Lo que yo capté en el cuento equivale a aquel dicho : El infierno son los demás.
Recuerda que todo lo que se dice contiene un poco de verdad y un poco de mentira.
Apesar nuestro.
No, si no pretendo que sea una verdad absoluta. de hecho yo soy un tipo bastante raro.
EliminarBendita rutina, es la responsable del bienestar de tantos seres humanos que ya es hora de que alguien se acuerde de ella. A mí, desde luego, me gusta.
ResponderEliminar:-)
Yo la adoro.
EliminarSi con su vida es feliz es lógico que no quiera ser guerrera.Si no lo entienden es su problema ¿no?
ResponderEliminarBesitos
Pues no sabes la de gente que no lo entiende :-)
EliminarMe gusta. No sé porqué siempre parece que uno tiene que justificar que no quiere ser el salvador del mundo, solo disfrutar de la normalidad.
ResponderEliminarsaludillos
A eso me refiero.
EliminarRetomando el refran del que ha abusado Ikea, Cybrghost, no es más rico quién más tiene sino quién menos necesita.
ResponderEliminar¿no?
Un abrazo,
Yo creo que sí. Y ese es un tema al que últimamente le doy muchas vueltas, la de necesidades que nos creamos. Creo que hay que aprender a vivir con menos.
Eliminarbuena guarida...magnifico blog , te esperamos con comentarios tuyos
ResponderEliminargracias y saludos, ahora seguiremos en contacto.
Me siento identificada. Una vida sencilla y una rutina amorosa es todo cuanto quiero.
ResponderEliminarMe alegro. A ver si lo conseguimos.
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