Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
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La magia del cuento del dinosaurio; es precisamente como sigue ahí.
ResponderEliminarAvanzando , multiplicándose, cada autor va surgiendo con una nueva versión.
Yo creo que está manido y que la mitad de los lectores ni lo entendemos, pero eso sí, perdura.
EliminarJjajjajaj una perversión muy buena Cybrg.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias.
EliminarMe encanta!!!! Es genial, y con mucha razón, los microrrelatistas tenemos que pedir una orden de alejamiento ya del dinosaurio.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Ana.
EliminarMiguel Angel, me ha gustado, mucho. Yo no pido la orden de alejamiento, el dinosaurio es todo y es nada, es la vida,son los sueños, pero también es el poder y la opresión. El vacío y la plenitud. Te despiertas, y está ahí.
ResponderEliminarUn abrazo
Para los que tenemos menos nivel y encima somos muy poco teóricos, el dinosaurio acaba siendo cargante. Un honor gustarte.
EliminarMuy bueno, Cybrghost. El problema no es alejar al dinosaurio por un tiempo, sino que al final siempre volvemos a buscarlo. Es como una de esas adicciones...
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos clava en un mito que ni entendemos, estoy seguro, y es defendido por los más dogmáticos de género. Yo me libraré al final del dinosaurio, y de la maldición de las letras.
EliminarEl dinosaurio siempre ha de estar ahí para que podamos volver a los orígenes. Es como el anillo que encontró Bilbo.
ResponderEliminarUn abrazo,
El anillo era maligno, y además ya lo destruyo Sam, aunque el mérito se lo apuntasen a Frodo :-).
EliminarSí, es una perversión, pero ¿qué haríamos sin ese dinosaurio al que tantas vueltas le hemos dado siempre?
ResponderEliminarMe gusta mucho el micro.
Y gracias por tus palabras en la Nave.
Besos
En mi opinión... avanzar más y ser menos dogmáticos. Y escribir micros más comprensibles.
EliminarMe alegro siempre de gustar a gente con talento como para ser escritores.
Y en la Nave me limito a opinar como lector, tampoco especialmente bueno, ni entendido ni atento.
jajaja pobre dinosaurio. Él no tiene la culpa. jeje. Me gustó
ResponderEliminarsaludillos
Tu y yo ya hemos hablado alguna vez del dinosaurio de marras :-).
EliminarTe diré una cosa Cyb. Casi todas las revisiones del Dinosaurio hacen que me tape la nariz. Pero la tuya es genial.
ResponderEliminarSerá porque nace de que ya me apesta el dinosaurio :-)
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