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EL TRISTE CUENTO DEL HOMBRE DE HELADO



El Hombre de Helado, al que vamos a llamar HH, vino al mundo en la maldición de un clima suave. Pasaba el día huyendo de sombra en sombra, amparándose en la noche, covirtiéndose en una criatura deforme a golpe de rayo de sol o gota de lluvia en cada descuido.
Tan pronto como reunió confianza en sí mismo, decidió huir al norte, primero en un camión frigorífico y luego de polizón en un carguero.
En su lugar de origen HH era querido, los niños se acercaban a él, sus deformidades eran causa de risas y broma. Sin embargo en el norte su vida era plácida pero terriblemente solitaria. Los niños, embutidos en sus anoraks y forrados de guantes, bufandas y pasamontañas, le ignoraban; los adultos se mostraban hoscos, y algunos incluso le rehuían asustados.
HH acabó por abandonar la ciudad y vagar sin rumbo por la tundra, donde apenas tenía que ver a nadie, y aún así los pocos que encontraba mostraban el mismo recelo.
Finalmente HH tomó conciencia de que no había lugar para alguien tan diferente como él. Un día, bajo el testimonial sol de mediodía, se introdujo poco a poco en el agua, disolviéndose suavemente.
Así es como HH acabó sus días como unas pobres lágrimas dulces, desperdigadas en el Océano Ártico.

Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST


Comentarios

  1. Muy triste. En ocasiones todos somos hh...

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    1. Lo escribí en el Taller de Escritura Creativa de la Casa de Las Conchas (del gran Raúl Vacas). No pensaba que fuera a salir así, será que muchos días voy con sueño y eso me afecta al ánimo salió así de triste.
      Gracias por leer y aún más por comentar.

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    2. Creo que es bueno por ser triste y contagioso, así que mejor que fueras con sueño, jejeje.

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  2. Triste y poético. Me encanta la metáfora que lleva el nombre Hombre Helado.

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    Respuestas
    1. Ya aviso que es triste desde el título :-). Muchas gracias por leer y aún más por comentar.

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