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ENSALADA DE SUEÑOS (Recetario II)



Puntualizar que se necesita una cantidad muy variable de lechuga para su elaboración, que tiene mucho que ver con la fantasía, la ambición y los deseos del cocinero o cocinera.
Se recomienda utilizar la mayor variedad posible de lechugas, pero predominando las de hoja verde esperanza. Las personas poco fantasiosas y muy ambiciosas suelen preferir la variante preparada con pasta.
En la variante que vamos a preparar hoy utilizaremos un camión lleno hasta arriba de lechugas frescas, recién cortadas. Las lavaremos dejándolas en remojo en agua de río o arroyo, nunca de estanque (en caso de apuro recurrir a agua de lago). Verter en el agua de lavado unas lágrimas, mezclando las de emoción y de pena, en pequeña cantidad o se pochará la ensalada.
Añadiremos una casita, no demasiado opulenta (las mansiones son mucho más insípidas), lo más acogedora posible.
Pelar y picar cuatro o cinco ocupaciones. Que a lo sumo dos sean trabajo, el resto pasatiempos.
Espolvorear a partes iguales recuerdos de viajes realizados con anhelos de viajes pendientes.
Salpimentar con una compañera o compañero (a elegir) con el que se coincida en al menos dos tercios de los ingredientes de esta ensalada.
Añadir niños al gusto.

Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST

Comentarios

  1. Miguel Ángel, una buena receta para vivir una vida o dos, eso sí, con mucha lechuga. Yo iba a decir que prefiero la ensalada de pasta, pero ahora ya no sé. Me quedo con tus letras.

    Un abrazo.

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    1. Bueno, la ensalada de pasta ayuda, pero muchas veces corrompe los sueños. Gracias por leer y aún más por comentar.

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  2. Me encanta tu receta. Enhorabuena

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, me alegro. Bienvenida a los comentarios. Muchas gracias por leer y aún más por comentar.

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    2. Por cierto, los comentarios están moderados, no salen hasta que los apruebo, no es que lo estuvieras haciendo mal.

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