A Nael, desde pequeño, le habían enseñado a identificar las
emociones con colores. Cuando creció un poco, quisieron enseñarle la
importancia de ordenar sus emociones.
A él le sonaba muy extraño y trataron de hacérselo entender mejor con un gran
cubo de Rubik. Nael se desesperaba tratando de completarlo; cuanto más lo
intentaba sin éxito más se angustiaba. No estaba sintiendo sus emociones muy en
orden. Se angustió hasta sentir presión en el pecho. Cerró los ojos y trató de
controlar el pánico que sentía respirando muy despacio y muy hondo.
Al rato abrió los ojos y vio que varios de los cuadrados
estaban en blanco. Al abrirlos de nuevo más cuadrados estaban en blanco. Cerró
de nuevo los ojos y respiró muy hondo y respiró muy relajado, dibujando una
sonrisa en su boca. Cuando volvió a abrirlos todo el cubo era blanco.
Ahora sí, sus emociones estaban en orden.
Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST
Ilustración: Juanlu López Anaya (puedes adquirir sus ilustraciones y libretas pinchando sobre el nombre y colaborar para que asista al Campeonato del Mundo de Atletismo de Veteranos)
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