Con lo que había despotricado. Él, un hombre rudo que
siempre se vistió por los pies, a impuestos de Dios sabe que mindundi. Con lo
que le costó la casona y ahora su intimidad reducida a un cuartucho. ¡Ni eso!,
que es compartido. Y de comer lo que se les antoje y a la hora que les viene en
gana. Y ahora, que ya le había cogido casi gusto a la rutina, le dicen que a
casa de los hijos, y a meses.
Miguel Ángel Pegarz
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Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.