Ir al contenido principal

PENDIENTE DE CONFIRMAR

 

Le pido que haga todo lo posible por mantener a mi marido con vida un poco más ante su mirada entre incrédula y escandalizada. Pero es tal mi desesperación que accede. Hago una llamada rápida y consigo adelantar la cita. En la cafetería del hospital me entrega un sobre. Le echo un vistazo rápido y efectúo el pago. Se secan mis lágrimas. Subo triunfante de nuevo a la planta. De camino a su habitación indico al doctor que haga con él lo que considere oportuno. Arrojo las fotos sobre su cama y le escupo a la cara. Ahora sí estoy segura: merecía lo que le hice.

 

Miguel Ángel Pegarz

cYBRGHOST


Comentarios

Entradas populares de este blog

EL ABUELLO III

Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...

PROFECÍA FLORAL

Cuando se agote la hierba florecerá el alambre. Mientras el mundo exista, la belleza se abrirá camino en cualquier detalle. Sólo cuando muera toda muestra de belleza será el fin. Cybrghost Sobre creación-fotografía de Sara Lew cedida para inspirar a quien se quiera dar por interpelado.

¿A QUÉ HUELE EL NÚMERO PI?

Por más que la profesora le hablase de un griego clásico llamado Pitágoras, él no podía evitar pensar en esos arcos que custodian la entrada de los templos japoneses. Y su olfato se veía invadido por un aroma de maderas nobles y orquídeas regadas por la lluvia. Hasta que una voz imperativa le despertaba de sus ensoñaciones y al abrir los ojos descubría que el aroma procedía de la colonia de la profesora, que le gritaba muy cerca con cara de pocos amigos. Cybrghost Para el Taller de las Conchas . Sesión “Los Novelistas También Saben Matemáticas”.