Ir al contenido principal

LOS ANTIGUOS



Imperaba en el lugar una tiranía por encima del poder establecido. Aunque existía un bien establecido sistema de mando, había un grupo de poder que dominaba por encima de toda consideración. Respetaban al Mando Supremo, aunque nunca estuvo claro si por su poder nominal, o porque aparte del cetro de mando tenía un lugar preferente entre Los Antiguos. El Monacato tenía por función cuidar de los Ancianos. Con lo expuesto hasta ahora alguien podría pensar que los Ancianos gozarían de gran respeto y poder, pero nada más lejos de la realidad. Los Ancianos eran meros peones con los cuales se cumplía la labor encomendada para recibir los diezmos del Virreinato, pero para pocos de los Antiguos eran una prioridad. Los Antiguos eran los miembros que más tiempo llevaban desarrollando su labor en el Monacato. El movimiento era bastante fluido, por la estructura general de los Monacatos, y su línea de poder oficial, pero raramente alguno de los Antiguos se movía de su puesto. Distaban mucho de ser un grupo unido y homogéneo. Lejos de ello el Monacato constituía una auténtica corte, llena de intrigas y enfrentamientos, abiertos u ocultos. Muchas veces los nuevos acólitos, de diversos puestos en la estructura oficial, trataban de cambiar el sistema. Entonces es cuando topaban con Los Antiguos. La Línea Ancestral de trabajo no debía cambiar, especialmente si trataba de convertir en el elemento principal a los Ancianos. Por nada del mundo debía alterarse el status quo. Lo contrario supondría dificultades para la clase acomodada. Por ello cuando alguien insistía en los cambios Los Antiguos a una se encargaban de persuadirle o anularle. Realmente esto era lo único que les unía, completamente divididos en mil grupos por rencillas personales que ya casi ni recordaban. Alguno quedaba aún, que pese a tener un puesto por derecho propio entre Los Antiguos, continuaba fiel al poder oficial. El Mando Supremo se mantenía ocupado en mantener su status ante el virreinato, y su único interés es que la apariencia fuese modélica y los problemas no traspasaran los muros del Monacato. Tras eones bajo las reglas no escritas, cada vez eran menos los acólitos que no se limitaban a agachar la cabeza y seguir la corriente. Y así transcurría la vida, imperturbable para los ojos ajenos, en el Monacato.
CYBRGHOST

Safe Creative #1102048416900

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL ABUELLO III

Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...

PROFECÍA FLORAL

Cuando se agote la hierba florecerá el alambre. Mientras el mundo exista, la belleza se abrirá camino en cualquier detalle. Sólo cuando muera toda muestra de belleza será el fin. Cybrghost Sobre creación-fotografía de Sara Lew cedida para inspirar a quien se quiera dar por interpelado.

¿A QUÉ HUELE EL NÚMERO PI?

Por más que la profesora le hablase de un griego clásico llamado Pitágoras, él no podía evitar pensar en esos arcos que custodian la entrada de los templos japoneses. Y su olfato se veía invadido por un aroma de maderas nobles y orquídeas regadas por la lluvia. Hasta que una voz imperativa le despertaba de sus ensoñaciones y al abrir los ojos descubría que el aroma procedía de la colonia de la profesora, que le gritaba muy cerca con cara de pocos amigos. Cybrghost Para el Taller de las Conchas . Sesión “Los Novelistas También Saben Matemáticas”.