
La Crisis le hacía ir a la oficina sin estar. Pasaba la jornada divagando en sus pensamientos y miedos, y su rendimiento había bajado de forma espectacular.
La Crisis había dividido sus ingresos a menos de la mitad. Casi no llegaba a fin de mes. Había llegado a pensar en volver con sus padres, pero no quería que lo supieran.
La Crisis le había cambiado las ganas de afeitarse por las mañanas por las de beber de más por las noches.
La Crisis hacía que sólo pudiera ver a su pequeña los Domingos por la tarde.
Hasta que una buena mañana se levantó demasiado harto para un solo hombre.
Se afeitó, tomó el café muy cargado con una pastilla para el dolor de cabeza y cogió el teléfono.
“Joder Mireia, ¡Sólo fue un maldito polvo! Este mes ha sido un infierno. He convertido mi vida en un infierno por un jodido polvo. No pienso perderte por eso. Y además estabas muy borracha, ni siquiera lo reconocerías. Vuelve a casa, yo me ocupo de la cena”.
CYBRGHOST
Parece que la Crisis le hizo ser mejor persona, y discernir entre orgullo y necesidad.
ResponderEliminarMuy gráfico.
Un saludo
Me ha costado un rato pillar el final... cada día me preocupa más mi deterioro mental... jajaja.
ResponderEliminarEn serio, muy bueno.
Que te sea leve esta semana si no coges vacaciones!
Jajajaja. ¿Has probado relacionarte más con personas y menos con perros? Ayuda.
ResponderEliminarCurraremos con resignación.
no me deja comentar en el último texto, no lo entiendo del todo. Realmente que eres un caos, bienvenido al club ;)
ResponderEliminarENDINA: ¿En que texto no te dejo comentar?. Trato de ser un Caótico Controlado, otro caos :-). Bienvenida a la lista de seguidores.
ResponderEliminarCybrghost, me encantó tu trabajo, volveré por aquí.
ResponderEliminarSaludos!
Patricia, me alegro mucho de que te guste mi humilde y pobre obra. Y me alegrará que vuelvas.
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