Ir al contenido principal

EL VIEJO BLUESMAN


Estaba tumbado en la pulgosa cama de aquel hotelucho, mirando al techo, cuando comenzó a proferir sonoras carcajadas. Cuando se hartó de reír colocó una sonrisa torcida y masculló "Eres patético". Hace años había colocado varias canciones en la parte alta de la lista de ventas. Pero eso era hace ya mucho tiempo. El suficiente para que su joven cuerpo de galán peliculero, en ambas acepciones, hubiera dejado paso a un notable flotador de grasa, que no había recibido tan buen trato del tiempo como sus aún fuertes brazos. Cuando era alguien había derrochado dinero en llenar hoteles de primera de furcias de idéntica categoría y alcohol de calidad. El paso del tiempo y su azarosa vida habían hecho caer las ventas y el nivel de los hoteles. Ahí descubrió el maravilloso mundo de las grupis . Son como las putas, sólo que ellas pagarían por hacerlo contigo, solía decir. Pero su estrella se fundió y hacía años que rondaba hoteles de mala muerte en conciertos de bar de carretera, donde la mitad ni habían oído hablar de él. Por suerte cuando optas por llevar a un tipo que un día fue alguien puedes dar glamour a tu garito diciendo que fue una leyenda a principios de los ochenta. Hoy una mujer le había reconocido. Era un esperpento de rubia de bote con más pintura que un indio en pie de guerra y unas lorzas dignas de la reina de la mortadela. Pero ni recordaba cuándo había echado el último polvo, así que cuando se acercó después del concierto se dijo a si mismo que al menos tenía las tetas gordas. "Las cosas no son como antes nena" le dijo mientras se encaminaban al hotel. "El tiempo te ha tratado bien" dijo ella con fijación adolescente. El sonrió y pensó que sí, que le había dado por culo con cariño. Cuando entraron en la mugrienta habitación coloco la guitarra con cuidado, tiró el sombrero sobre la mesilla y se dejó hacer. después ella se acordó de un marido y él quedó mudo mirando al techo.

CYBRGHOST

La foto corresponde a la serie BODEGONES, en varias versiones.

Safe Creative #1102048416900

Comentarios

  1. A mi tambien me parece un ben relato. Has dejado por lo que veo tus nanorelatos y has cambiado un poco de estilo en este tiempo no?

    ResponderEliminar
  2. Gracias Javier y Marian. Los nanorelatos son solo uno de los microformatos que he utilizado, cuando mi inspiración no da para más de dos lineas :-)

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado, está muy bien. Muaks!! sigue así!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

Entradas populares de este blog

EL ABUELLO III

Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...

PROFECÍA FLORAL

Cuando se agote la hierba florecerá el alambre. Mientras el mundo exista, la belleza se abrirá camino en cualquier detalle. Sólo cuando muera toda muestra de belleza será el fin. Cybrghost Sobre creación-fotografía de Sara Lew cedida para inspirar a quien se quiera dar por interpelado.

¿A QUÉ HUELE EL NÚMERO PI?

Por más que la profesora le hablase de un griego clásico llamado Pitágoras, él no podía evitar pensar en esos arcos que custodian la entrada de los templos japoneses. Y su olfato se veía invadido por un aroma de maderas nobles y orquídeas regadas por la lluvia. Hasta que una voz imperativa le despertaba de sus ensoñaciones y al abrir los ojos descubría que el aroma procedía de la colonia de la profesora, que le gritaba muy cerca con cara de pocos amigos. Cybrghost Para el Taller de las Conchas . Sesión “Los Novelistas También Saben Matemáticas”.