Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
Micro navideño con cierta dosis de humor negro y otro poquito de gore. :)
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte las fiestas navideñas y que mis mejores deseos te acompañen durante todos los días. Gracias por tus felicitaciones y hago extensivas las mías a todos tus seres queridos. :)
Un besazo post-día de Navidad.
es más bien malo y más bien bestia, pero pegama perfecto para el día.
EliminarMis mismos deseos para ti.
Salud.
Feliz y cruenta Navidad, Miguel Ángel. A mí me gusta el relato. Quizá no hubiera repetido "especialmente"; por lo demás, me gusta mucho la imagen que generas. El Papá Noel torpe convertido en Herodes...
ResponderEliminarUn abrazo
Es intencionado, un paralelismo entre frases. Este relato no me convence, sale porque hay cierto oficio ya para estas chorradas, especialmente negras, pero no me convence. No obstante, era muy propio para la fecha y además contaba con que iba a tener muchas menos lecturas de las habituales.
EliminarSalud.