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CONJURANDO A LA MUERTE




Cuando la voz que a todos nos reclama pronuncie mi nombre, no quiero que nadie llore al devolverme a la tierra. Llevadme a mi único campo, desandad el camino que fue surcando mi huella. Haced en ese campo mi tumba, de noche y con luna llena. Si lo hacéis tal como os digo, burlaré la eterna condena y brotaré manantial al llegar la primavera. Y así volveré a vosotros, dando vida a las cosechas.

Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST

Comentarios

  1. Una buena nueva vida, sin lugar a dudas.
    Me gustó mucho. Porque parece que te va a llevar hacia el hombre del saco o el hombre del lobo (nos ponemos con frecuencia siempre muy tremendos, al menos yo), sin embargo... nada más distinto. Buen y sorprendente final.

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    Respuestas
    1. Pretendóa jugar con la poesía, y aunque soy dado a lo "tremendo" me pareció mejor así.
      Gracias or leer y aún más por comentar.

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  2. Buen micro, Miguel Ángel; fluido y con un final vitalista, de los que no abundan tanto en el ámbito del microrrelato (de allí su acierto).

    Saludos

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    Respuestas
    1. El hecho de que el ejercicio fuera poético marcó ese final.
      Muchas gracias por leer y ún más por comentar.
      Salud.

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  3. Qué bonito y qué imagen más buena del ciclo natural. Fluye como la vida ;-)
    Besos

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  4. Bonito mensaje, Miguel Ángel, y muy bien presentado.
    Saludos.

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    1. Celebro que te guste mi peculiar ciclo de la vida.
      Gracias por leer y aún más por comentar.
      Salud.

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Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

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