Ir al contenido principal

LA CERRADURA INDISCRETA

El puñetero ojo de la cerradura era demasiado grande, de esos para las típicas llaves enormes  de los dibujos infantiles, de las que ya no se utilizan. Pero ese, si bien era un contratiempo, no constituía el problema sustancial. Ese maldito ojo crecía, alcanzando progresivamente un tamaño que no sólo no existía llave en el mundo para aquella cerradura, sino que dejaba en evidencia mi espionaje a través de su luz.

Miguel Ángel Pegarz

cYBRGHOST


Comentarios

  1. Resulta muy difícil coincidir en gustos, no te digo nada en tamaños... El ojo tuvo que crecer, quizá es que tiene mucho que ver, con o sin cerradura de por medio.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es probable. Muchas gracias por leer y muchas más aún por comentar.

      Eliminar
  2. Dejará de crecer o no habrá donde esconderse?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quien sabe. Muchísimas gracias por leer y aún más por comentar. Un honor.
      Salud.

      Eliminar
  3. Me ha gustado mucho ese puñetero ojo de la cerradura, me han entrado ganas de espiar también por él aun con el riesgo de ser descubierta. He oído tu audio y también me gusta mucho la voz y la entonación que le das, lees muy bien los micros. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espía, espía. A mi me parece muy flojo. Me dijeron mucho que si tenía buena voz, y estoy tratando de aprovecharla, aprendiendo mucho de Juan Suárez y su Libélula y de Ficción Sonora. La alquilo :-)
      Muchas gracias por leer y aún más por comentar.
      Salud.

      Eliminar

Publicar un comentario

Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

Entradas populares de este blog

LA GUERRA DE MARINYA

  Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó...

SILENCIÁNDOME

(Versión prosa) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras  a un cajón antes que mi voz acabe de disolverse en el susurro de los oídos distraídos ocupados en otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, de tratar de gritar al viento y que el viento sople a la cara, y que mis palabras me retumben en la cara. Hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, donde al menos vivirán en una ilusión, ajenas a lo que su padre sabe. (Versión Verso) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Previo mi voz se disuelva en rumor De oídos distraídos, ocupados En otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, tratar De gritar al viento y que el viento sople A la cara, retumben las palabras Contra la boca. Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Ajenas a lo que su padre sabe. Que al menos vivan en la salvación De ilusión sorda.   (La versión verso esta incompleta. A sugerencia de Gonzalo Escarp...

TENTANDO EL MAL

Siempre he creído que el Mal nos acecha en la oscuridad, en forma de espíritus resentidos que la luz reprime. La conclusión no es gratuita; siempre he sentido admiración por lo oculto y soy un gran estudioso de la materia. Superada la fase de estudio y enunciación, no queda sino llevarlo al terreno del empirismo. Por eso he decidido venir a esta casa abandonada y deambular a oscuras toda la noche. Tras un par de horas, he tropezado, con resultado de fractura de tibia y peroné. Al final, tuve mi fenómeno para anormal. Miguelángel Pegarz c YBRGHOST