Los zapatos vacíos en
medio de un mar de casquillos y dos cadáveres podrían desconcertar a un
observador novato. Pero a su veterano ojo le dicen un par de cosas muy claras.
Que la niña que calzó esos taconcitos ha crecido mucho hoy. Y que la vida no
admite florituras cuando se pone brava. Tal vez otro día esa chica naufrague
entre balas pero hoy ha conseguido un poco de futuro, aunque vaya a ser tan
amargo como su saliva ahora.
Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST
Comentarios
Publicar un comentario
Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.