
Nunca supe exactamente quién era. Dudo realmente si alguien sabía realmente quién era. No sé de donde vino, ni donde fue. Vestía ropas viejas y zapatos gastados. Adornaba su rostro una barba poblada y canosa, de longitud a medio camino entre el descuido y la intención. Lucía una sonrisa amplia, que contrastaba fuertemente con una mirada azul profundamente triste. Sus movimientos eran suaves, seguros y elegantes. Se acomodó en un banco del Paseo Marítimo, abrió un pequeño bolso de viaje y extrajo un cartón. En rotulador negro y letra de imprenta se leía “Se Venden Consejos. Acepto Pago En Especia”. La curiosidad venció a mis reparos y me acerqué. No recuerdo mis preguntas ni la respuesta. Sólo recuerdo su voz pausada, su lenguaje culto y a la vez cercano. Una señora interrumpió nuestra conversación y le tendió una moneda. El borró su sonrisa un momento y rehusó la limosna, señalando el cartel. Su gesto mostró al tiempo la dignidad de su determinación y la dureza de su vida. Creo que su reacción me impactó de tal modo que a ello se debe la amnesia de los minutos previos. Charlamos un rato, perdí la noción del tiempo. Deduje que era un hombre formado, y aún me inquieta cómo acabó llevando tal modo de vida y porqué. Ahora sólo recuerdo sus últimas palabras: “Pero un buen consejo si quieres llegar a viejo… los buenos consejos te van a arruinar”(*). Cogió sin prisas el billete que le tendí, me deseó un buen día y se alejó caminando con calma.
CYBRGHOST.
(*)Fragmento extraído d euna canción del grupo musical ya desaparecido Dinamita Pa Los Pollos
(FOTOGRAFÍA: Serie Conceptual -Caminando)
Me ha encantado este relato, el personaje es entre misterioso y admirable en sus formas.
ResponderEliminarMuy bueno Cyberghost, me ha gustado mucho.
buen fragmento!
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