Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en
Muy bueno
ResponderEliminarsaludos
Si breve dos veces bueno.
ResponderEliminarSaludos desde el aire
Enhorabuena por este micro Cybr. Bravo!!!!
ResponderEliminarAbrazos
Estupendo amigo!!!
ResponderEliminarHay muertos que parecen vivos, y vivos que parecen... eso, muertos.
Abrazo!!!
Muy buen planteamietno Cyb, hiciste un muy buen juego. La verdad es que están saliendo muy buenos textos en los previos, tengo ganas de ver los del vandaval!! ;)
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y las alabanzas. Aunque yo últimamente no estoy muy conforme con lo que escribo.
ResponderEliminarCada uno es bueno en algo, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo, Cyb.
No debe ser fácil hacer micros condicionados con frases y en tan poco tiempo. Enhorabuena.
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