Ir al contenido principal

AUTOVIOLENCIA DOMÉSTICA (Él y Ella Contra Él y Ella)



Él cerró dando un portazo al entrar en casa.

Ella hizo lo mismo con la puerta de la cocina.

Él le gritó que si le parecía forma de cerrar la puerta.

Ella le contestó que la culpa era de su madre, por consentirle tanto.

Ella con sorna respondió que era mucho mejor su padre y sus golpes, que se notaba el resultado.

Él cortó diciendo que fueran a comer, que la silla medio rota para él, por inútil y no arreglarla.

Ella dijo que si quería comer se calentara algo, que las lentejas, frías y requemadas, se las iba a tragar todas ella, a ver si así espabilaba de una vez.

Él, fuera de sí, estampó el mando de la tele contra la pantalla de plasma.

Ella respondió estrellando contra el suelo una de sus macetas.

Él salió como una exhalación de casa, directo al coche, rayándolo de adelante a atrás.

Ella cogió la perrita y, llenando el fregadero, le sumergió la cabeza. Entonces recordó que era un regalo de él y, suspirando con furia, soltó al animal y dio la discusión por perdida.


Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST


 Escrito a raíz de una propuesta de escritura del Taller de Escritura Creativa de la Casa de Las Conchas.

Comentarios

  1. Miguel Ángel, un discusión de lo más "tonta", que son siempre las peores, pues no se sabe por qué empiezan ni ponerle un punto final.

    Original la forma de plantear el micro y excelente su resolución.

    ¡Buen trabajo!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Casi todas las discusiones son tontas. No merece la pena discutir por casi nada de lo que discutimos, aunque lo hagamos continuamente.
      Celebro que te guste. Gracias por leer y aún más por comentar.

      Eliminar
  2. El pan nuestro de cada día de muchas parejas que llaman amor a esas situaciones insostenibles, reconozco que me ha sacado una leve sonrisa, me ha gustado.

    Un saludo.
    La Reina Marie.
    http://lareinamarie.blogspot.com.es/2014/05/cicatriz-1.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De eso va, del daño que nos hacemos a nosotros mismos con las discusiones. Celebro que te guste.
      Bienvenida, gracias por leer, y aún más por comentar.

      Eliminar
  3. Las inconcebibles peleas de pareja. quién no ha vivido algo así? Discusiones que emponzoñan el corazón y, poco a poco, destruyen el vínculo.

    Muy bien planteado, Miguel Ángel, desde acá siento la amargura y la rabia de esos dos personajes.

    Fuerte abrazo para su creador

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

Entradas populares de este blog

LA GUERRA DE MARINYA

  Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en

EL SECRETO DE LA CAMA ETERNA

Les voy a revelar porqué en verdad debemos cambiar de colchón cada década. Olviden esas milongas del peso del cuerpo, el desgaste y demás absurdos con que les han engañado. ¿Por qué no cambiaban nuestros abuelos sus colchones cada diez años? Olviden hambres, deudas y ahorros. No tiene que ver con eso, no lo crean. El frenético ritmo de vida que llevamos nos roba horas de sueño, incluso a los que consiguen salvar las de dormir. Y esos sueños pendientes se acumulan. Esos sueños acumulados son los que vencen a nuestras camas bajo su peso. ¿Quieren una cama para siempre? Sueñen todo.                                                   Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

HIPOTECADO TRAS LA RUPTURA

  Estas humedades queme están matando son el recordatorio de mi inconsciencia. Con medio siglo a mis espaldas no es tiempo de dejarse engatusar por cantos de sirena. Pero me dejé engatusar… y me fui a vivir con ella. Luego te das cuenta de que solo es preciosa de cintura para arriba y que el sexo con un pez no funciona. Y lo que si es igual son los problemas por la diferencia de edad y de intereses. Así que un día nadó para no volver. Tuviste que hacer un pacto para vivir debajo del agua. Y el diablo no entiende de pifias románticas.   Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST