Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en
Me parece redondo. Con la frase inicial perfectamente integrada en el texto.
ResponderEliminarSi, definitivamente, felicidades
Celebro tu opinión. Como de costumbre, no lo suficiente.
EliminarMuchas gracias por leer y aún más por comentar.
El hábito no hace al monje... Ni al amante. El hábito mata al amor además
ResponderEliminarEl hábito no hace al monje... Ni al amante. El hábito mata al amor además
ResponderEliminarEso descubrió el personaje, aunque digan que en 21 días se crea un hábito.
EliminarSi el hábito mata al amor no lo sé.
Gracias por leer y aún más por comentar.
La frase de inicio era rara y tú le has sacado partido desmarcándote muy bien del tema que sugería para obligarnos a mirar a lo que realmente somos o nos pasa. Curiosamente uno de los peores enemigos del amor aparece cuando se convierte en un hábito porque lo siguiente que le viene es ser rutina. Enhorabuena por la propuesta. Mucha suerte para el próximo :)
ResponderEliminarGracias por tu generoso análisis. El próximo no lo mandé, no tengo tiempo para ser asiduo. Y no estoy hecho para este concurso, bueno, para los concursos, pero gracias también.
EliminarY gracias por leer y aún más por comentar incluso más allá de la última entrada.
Para amar no se necesita crear ningún hábito, pues amar, no es un acto que se pueda olvidar. Y no se ama porque se lo merezca la otra persona, sino porque uno está en «estado de merecerlo»
ResponderEliminarSeguro que mi personaje ya ha tomado cumplida cuenta de tus palabras.
EliminarGracias por leer y aún más por comentar.