Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en
ESPACIO LIBRE DE POLÍTICA. Gracias por respetarlo.
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Las musas son caprichosas y las tuyas no iban a ser menos.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Las mías... yo como mucho tengo una, de la que habla el texto. Como mucho.
EliminarMe gusta, es muy original. Y el anterior, magnífico con ese verbo nuevo. De las flores ya no te digo nada...me encantan.
ResponderEliminarGracias. Si uno escribe se trata de ser original ¿no? o de intentarlo al menos. El verbo que mencionas es interesante conjugarlo. Y seguirán saliendo flores hasta el domingo.
EliminarCon las musas: paciencia y dulzura...
ResponderEliminarLas musas son esquivas, y las mías, de las que aún están en prácticas.
EliminarYo escribo poco porque la mía tiene cierta tendencia a evitarme.
ResponderEliminarMe ha gustado, Cybrghost, mucho.
Un abrazo.
La tuya es que va de diva, por eso escribes tan bien. Me alegro Pedro, y más viniendo de alguien que se declara tan poco "poético".
EliminarEspero que luego tengas la suerte de recordar sus palabras. Me ha gustado mucho tu micropoesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nunca recuerdo lo que sueño, salvo algunas pesadillas. ¿Responde a tu comentario?.
EliminarCelebro que te guste.
Por lo menos te susurra, jeje, la mía se ha ido de vacaciones
ResponderEliminarLlevo ya sin escribir, no creas.
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