Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
Bonito micropoema acuático. Un saludo
ResponderEliminarGracias.
EliminarAl leer ilusión perenne no me pareció que fuese un suicidio sino una inmersión en el agua. Lo entendí completamente distinto.
EliminarVivimos con nubes en los ojos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Para mi, las nubes son buenas :-). No hay nada peor que un cielo completamente azul, sin matices.
EliminarSi lo hay, un cielo completamente gris, sin matices. ;)
EliminarAh! bajo la superficie ¿es el agua?. Me despista lo de "nublo de su vista". Un beso micropoemado: smuik.
ResponderEliminarChao.
Si, lo es. A mi mujer le ha pasado lo mismo, así que ya sabemos de quién es culpa.
EliminarSiempre es una ilusión el mundo, creo que para nuestro bien...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hablo de un suicidio. Pero si, todo es mentira.
EliminarCARLOS DE LA PARRA: Me remito al aviso bajo la imagen de cabecera. No hablaba de política, hablaba de un suicidio.
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