Ir al contenido principal

SUICIDIO LITERARIO



Abrió el grifo de las vocales y tapó la bañera mientras cogían temperatura. Después abrió hasta la mitad las consonantes, para templar. Removió el sinsentido con la mano, mientras acababa de llenarse. Parecía estar a la temperatura ideal, aunque no veía nada claro. Se desnudó y se sumergió calmoso. Vertió gel fantástico, pero aquello sólo era un caos de burbujeantes letras. Con resignación, introdujo la cabeza bajo la superficie. Los finales felices nunca se le dieron bien.

Miguelángel Pegarz
cYBRGHOST

Comentarios

  1. Llevo rato plantado aquí delante y no me salen las palabras. Tal vez se fueron por el desagüe.
    Difícil navegar el caos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dímelo a mi, ¿leíste el mensaje de saludo?. No obstante salgan o no las palabras, agradezco enormemente los comentarios. Es lo que hace que sepas si te han leído o es una visita que viene de la nada y no buscaba ésto.

      Eliminar
  2. Es genial, de esos que leo y me da envidia no haber escrito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creo que tengas nada que envidiarme. De hecho esto es una especie de exorcismo contra una enorme frustración literaria que sentí. Pero muchísimas gracias.

      Eliminar
  3. Sumergirse en un caos de letras no parece tan suicida :)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo es, muchas veces ahogan y yo no sé nadar. Y por lo demás me remito al comentario a Luisa.

      Eliminar
  4. No es necesario un final feliz para que la historia sea buena, y esta lo es.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno. Me gustó lo del gel fantástico. Quizás hizo efecto y en realidad no se suicidó, sino que apareció en otro mundo rodeado de palabras.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. Sí, acabará rodeado de palabras, con toda probabilidad como lector de forma exclusiva.

      Eliminar
  6. Buena historia Miguel Ángel, qué habilidad tenemos para suicidarnos con las letras. La proxima vez que mate a un personaje y que siga viviendo entre letras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un placer tu visita. De alguna manera he de gestionar mis ganas de acabar con todo.

      Eliminar
  7. El problema es que solo pasaron la mitad de las consonantes y claro, así es más difícil ver con claridad, incluso con gel fantástico. Seguro que tras el suicidio le resucitó el beso de una musa para seguir escribiendo.
    saludillos

    ResponderEliminar
  8. Buen relato Cyb, expresas muy bien la angustia del escritor, pero tambien ese no saber ver más allá de las letras; fíjate que cuando lo tenía todo dispuesto para escribir una historia, cuando lo había preparado todo con mimo para la gran ocasión, decide meter la cabeza debajo del agua...no sé a veces nos ahogamos en nosotros mismos, cuando deberíamos nadar en las historias.

    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, celebro que te guste. No es saber ver, es saber juntarlas con talento. En el resto, me remito al comentario a Luisa.

      Eliminar
  9. Respuestas
    1. De hecho, no estoy seguro pero creo que sí que sonó bien bien, en "to'l centro la sonosfera". Gracias por leer, muchas muchas gracias. E infinitas por encima, comentar.

      Eliminar

Publicar un comentario

Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

Entradas populares de este blog

LA GUERRA DE MARINYA

  Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó...

SILENCIÁNDOME

(Versión prosa) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras  a un cajón antes que mi voz acabe de disolverse en el susurro de los oídos distraídos ocupados en otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, de tratar de gritar al viento y que el viento sople a la cara, y que mis palabras me retumben en la cara. Hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, donde al menos vivirán en una ilusión, ajenas a lo que su padre sabe. (Versión Verso) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Previo mi voz se disuelva en rumor De oídos distraídos, ocupados En otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, tratar De gritar al viento y que el viento sople A la cara, retumben las palabras Contra la boca. Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Ajenas a lo que su padre sabe. Que al menos vivan en la salvación De ilusión sorda.   (La versión verso esta incompleta. A sugerencia de Gonzalo Escarp...

TENTANDO EL MAL

Siempre he creído que el Mal nos acecha en la oscuridad, en forma de espíritus resentidos que la luz reprime. La conclusión no es gratuita; siempre he sentido admiración por lo oculto y soy un gran estudioso de la materia. Superada la fase de estudio y enunciación, no queda sino llevarlo al terreno del empirismo. Por eso he decidido venir a esta casa abandonada y deambular a oscuras toda la noche. Tras un par de horas, he tropezado, con resultado de fractura de tibia y peroné. Al final, tuve mi fenómeno para anormal. Miguelángel Pegarz c YBRGHOST