Ir al contenido principal

TU TACTO


La vida es dura y la suerte escasa, al menos la nuestra. Las fuerzas pueden fallar y la ilusión flaquear. El día puede ser duro y llegar cansados. Puedes desesperar mis nervios y puedo acabar con tu inmensa paciencia. Seguro que me desesperaré porque llenas la nevera de cosas que ya tenía. Te haré respirar dos veces porque me empeño en ordenar lo que quieres que sea un caos. Seguiré pensando que tienes demasiadas cosas; seguirás pensando que soy más parco en fondo de armario que los espartanos. Alzaré alguna vez la voz más de lo debido y alguna vez te enfadarás, muchas con razón alguna sin ella. Seguiremos discutiendo de bodas y seguiremos sin saber si en serio o a chanza. Seguiremos alternando toxo y empalagoso y alguna vez coincidiremos. La vida seguirá siendo dura y encontraremos la suerte a prospección. El Sol no va a brillar más que antes. Puede que haya días que nos estorbemos o que apenas nos veamos. Pero por las noches me meteré bajo las sábanas y tocaré tu piel desnuda y suave. Y eso hará que el día haya merecido la pena.

CYBRGHOST

PD: Quiero vivir contigo.

Safe Creative #1102048416900

Comentarios

  1. El amor, la presencia de la persona amada puede con casi todo.
    Un saludo.
    Anonima Mente

    ResponderEliminar
  2. Dejas en la post data, la intención última de este post,quizá una declaración a viva voz, que pese a estar en cursiva, no alcanza a doblar tu voluntad, que se ve firma a todas luces.
    La misma de antes.

    ResponderEliminar
  3. Verdaderamente hay cosas y personas,que te hacen olvidar todo lo malo de hay....ahí fuera.

    ResponderEliminar
  4. hay personas y momentos que te hacen sentir nuevo cada día :D

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si Alguien Tiene Algo Que Decir Que Hable Ahora...O Cuando Le de La Real Gana.

Entradas populares de este blog

LA GUERRA DE MARINYA

  Dos briks de leche, cuatro huevos y media hogaza de pan que podría utilizar como arma. Es todo lo que le quedaba a Marinya en la despensa. Acababa de ver medio tazón de leche cortada. Estaba guardada en la nevera, pero no sabría decir cuántas horas habría funcionado en los últimos días, pocas. Sacó el cajón de los cubiertos y comprobó que detrás quedaban ya pocos grivnas escondidos. Marinya respiró hondo. Su pelo, antes rubio, se veía gris, mezcla de canas y ceniza. Imposible lavarlo, no salía bastante agua. Tocaba salir. Marinya tenía pánico a salir. Tanto miedo que cuando sonaban las sirenas bajaba al trastero en vez de ir al refugio, a pesar de las visibles grietas en las paredes. Allí tenía un improvisado colchón de mantas entre las que escondía su pasaporte ruso. Vivía sola desde que comenzó la guerra. Su esposo, soldado, había sido movilizado hacia el sur. A estas alturas podría ser viuda y no saberlo. No le gustaba pensar en ello… y no podía evitarlo. Marinya rebuscó en

EL SECRETO DE LA CAMA ETERNA

Les voy a revelar porqué en verdad debemos cambiar de colchón cada década. Olviden esas milongas del peso del cuerpo, el desgaste y demás absurdos con que les han engañado. ¿Por qué no cambiaban nuestros abuelos sus colchones cada diez años? Olviden hambres, deudas y ahorros. No tiene que ver con eso, no lo crean. El frenético ritmo de vida que llevamos nos roba horas de sueño, incluso a los que consiguen salvar las de dormir. Y esos sueños pendientes se acumulan. Esos sueños acumulados son los que vencen a nuestras camas bajo su peso. ¿Quieren una cama para siempre? Sueñen todo.                                                   Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST

HIPOTECADO TRAS LA RUPTURA

  Estas humedades queme están matando son el recordatorio de mi inconsciencia. Con medio siglo a mis espaldas no es tiempo de dejarse engatusar por cantos de sirena. Pero me dejé engatusar… y me fui a vivir con ella. Luego te das cuenta de que solo es preciosa de cintura para arriba y que el sexo con un pez no funciona. Y lo que si es igual son los problemas por la diferencia de edad y de intereses. Así que un día nadó para no volver. Tuviste que hacer un pacto para vivir debajo del agua. Y el diablo no entiende de pifias románticas.   Miguel Ángel Pegarz c YBRGHOST