Suena el despertador
acaricio las sábanas con ansia de piel fresca
pero ya no estás amor
y las horas venideras se me antojan eternas.
Preparo el desayuno.
El café con mucho azúcar para suplir tus mimos.
Solo café oscuro.
Me aseo, me visto, suspiro y me resigno.
Me enfrento a la calle:
ruidos, empujones prisas y rutinas.
El asfalto ya no es valle
y se me antoja un vía crucis el camino a la oficina.
Ocupo mi puesto
Antes me consolaba con que pagaba tus regalos,
ahora lo detesto.
Soy un desangrador, un tiburón desalmado.
No como en casa
¿para qué?, si no sabe, si no huele.
El hambre mata;
comer sin ti no por desgracia, sólo duele.
Vuelvo al hogar,
paso la tarde en intrascendencias.
Me pesan las horas, mi vida sin ti define la obsolescencia.
Me acuesto,
trataré de soñar contigo.
Me detesto,
para vivir así mejor no sigo.
cYBRGHOST
Poema surgido en una propuesta del Taller de Escritura Creativa de la Casa de las Conchas.
Tenía que utilizarse la frase que yo he utilizado de título, verso de Claudio Rodríguez.
Tenía que utilizarse la frase que yo he utilizado de título, verso de Claudio Rodríguez.
Me ha gustado mucho :P
ResponderEliminarMe alegro mucho. De que te guste y de que te decidas a comentar.
EliminarVivir sin la persona amada es un castigo, sí, acuerdo con tu narrador.
ResponderEliminarBesos nostálgicos
Gracce, la poesía no es mi fuerte (menos aún quiero decir). Celebro verte por aquí de nuevo.
EliminarTambién me gustó, y te dejé un regalo en mi blog. Saludos.
ResponderEliminarBienvenida, celebro que te guste y allá te contesté.
EliminarDuelen tus versos, duele el poso de tristeza, duele su soledad. Hacen sentir y eso es lo importante.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me alegro que transmitan, aunque yo de poeta si que no me veo, aún menos que de microrrelatista.
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