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SI NO TUVIERA MIEDO

Esta entrada es un experimento extraño, es una reflexión, en tono pseudopoético escrita hace algún tiempo ya, a la luz tenue de las lámparas de seta de La Casa de las Conchas. Como se trata de algo muy personal, aunque lo comparto sin complejos, no publicaré comentarios. No sé si gustará o no.





Si no tuviera miedo rompería con todo. Buscaría un lugar tranquilo, verde, para hacer feliz a mi mujer. Si lo consigo al lado del mar sería genial. La compensaría en parte por lo mucho que ha hecho por estar conmigo, y por el mismo hecho de estar. Si no tuviera miedo, seguro que mi cabeza encontraría algún medio de ganarme la vida sin tener que correr a todas horas. Trabajaría para tener una vida digna, porque dejarse la vida en trabajar no es digno. Escribiría más, tendría tiempo de revisar mis fotos, leería mucho. Quizá pudiese descubrir si valgo para escritor o fotógrafo. Pasearía mucho más. Y puede que trabajase más, pero no me importaría, porque no sería con la presión asfixiante de horarios imposibles; sería paso a paso, saboreando y disfrutando. Sería igual un incomprendido, un bicho raro. Pero sería una rara avis viviendo mis sueños, no soñando con mi vida.


Miguelángel Pegarz
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