Estimada Señora:
Disculpe mi descaro y el azoramiento que sin duda ha de
provocarle recibir una carta en estas circunstancias. Crea que nada más lejos
de mi intención que importunarla. Las circunstancias me obligan a obrar de este
modo. Le habría enviado la carta a su domicilio, pero lo desconozco. Ignoro
incluso su nombre. Pero sé que acude puntual a las doce al Café Setubal y por
ende me pareció la manera más segura de hacerle llegar estas letras.
He tomado esta iniciativa pues usted y yo por una semana
hemos cruzado miradas de complicidad creciente, lo que me inclina a pensar que
muestra cierto interés por mi persona. Puedo asegurarle que por mi parte existe
una gran atracción por la suya. No obstante, estas letras son para decirle que
lo que pudiera surgir entre nosotros es imposible.
Crea si le digo que no me resulta nada fácil escribir esto y
que lo último que se halla en mi ánimo es herirla o burlarme de usted.
Posiblemente cara a cara no le dijera lo mismo, pero es lo mejor. Soy hombre
pasional y enamoradizo, pero de carácter muy voluble.
He enviudado tres veces y las tres a voluntad. Debe pues
alegrarse en vez de añorarme. La habría cortejado ayer mismo, tal era mi
decisión. Mas la Guardia Civil llegó antes que usted y ya no debe temer por
acabar como mi cuarta viuda. Mañana comparezco ante un pelotón de fusilamiento.
Su más ferviente admirador:
Ramiro Canales.
Miguelángel Pegarz
cYBRGHOST
Para el
Taller de Escritura Creativa de la Casa de las Conchas. Sesión “Aquí Yacen Dragones”
Qué suerte tienen algunas.
ResponderEliminarUn abrazo sonriente
No sé yo. Depende por donde lo mires :-) Mil gracias por leer, por la corrección y sobre todo por comentar.
EliminarSorprendente y estupenda epístola. Cuando piensas que el relato/carta ya ha dado el giro definitivo aparece otro que te deja paralizado hasta el final. Enhorabuena
ResponderEliminarMil gracias y un honor que me comentes Roberto. Es que Raúl nos saca mucho, al menos a mi. Aunque aún tengo pendiente la tarea de cuando estuviste por el Taller el año pasado. Es una de las dos únicas que de momento no he conseguido que me salga nada.
EliminarVaya amante que tenía esa señora, me imagino que él se quedaría con la herencia de las anteriores, aunque ahora ya no le sirva de nada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
HD
Supongo que sí. No le valdrá ahora de nada, pero qué le quiten lo "bailao" ¿no?. Aunque yo pensaba más en un maltratador que en un psicópata "viudo negro"
EliminarMuchas gracias por comentar Humberto. Un Abrazo.
Una que se quedó sin amor... Mejor así :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Miguel Ángel!
Se libró del amor más bien, por raro que suene.
EliminarOtro abrazo par ti de vuelta y muchas gracias por pasar, leer y comentar.
¡Qué ingenioso, Miguel Ángel! Es un microrrelato epistolar que consigue agarrarte desde el principio hasta el final. La sorpresa que se nos descubre es muy original.
ResponderEliminarUn abrazo.
Celebro que te guste la resolución. El que fuera epistolar forma parte del ejercicio propuesto. Mil gracias por pasar, leer y comentar.
EliminarAbrazo.
Me he detenido en esta entrada porque una de mis debilidades (entre otras muchas) es el género epistolar. me gustan en demasía esos libros que están escritos a partir de cartas en un sentido y en otro. La tuya me gusta para un concurso de esos de cartas de amor y desamor. Es original, tiene un lenguaje compacto, directo, claro y el personaje queda perfectamente reflejado a través de sus letras. ¡Bravo!.
ResponderEliminarPara mi no es un microrrelato. Es un relato breve que engancha al lector muchíimo más que 100 palabras. :)
un abrazo y si te gusta el género, te recomiendo: 84, Charing Cross Road de Helen Hanff (bueno, a mí me gustó). Besos.
Muchas gracias por leer, pasar y sobre todo comentar. Como pongo la escribí para el Taller de Escritura al que asisto.
EliminarNo me gusta especialmente el género epistolar, ni deja de gustarme, pero el libro que me dices me lo recomendaron en el Taller y Jorge Carrión en la presentación de Librerías y está en la edición de coleccionista de Anagrama (preciosa edición y barata) en mi biblioteca, en lista de espera.
No sé si es un micro o no, no soy nada purista ni entendido, ni siquiera sabría explicar bien cómo creo. Soy muy malo etiquetando, pero hay que etiquetar, porque algo más de visibilidad de da en los buscadores.
Esta semana no me siento escritor, bueno, menos que normalmente.
PD: Eliminada la etiqueta microrrelato.
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