Allí, frente al espejo del baño, repasaba cada detalle. Bien afeitado, y eso que ponerse las gafas para apurar bien le hacía sentir ridículo. El traje de los domingos, o bueno, el traje, porque nunca tuvo otro, bien cepillado y sin una mancha. La corbata, que no recordaba la última vez que se la puso. Y un clavel en la solapa, que si recordaba la última vez que se lo puso, y la única, el día de su boda. A él le seguía pareciendo una mariconada, pero a las mujeres les gustan esas tonterías. Se sentía un poco estúpido. No tenía edad ya para temblarle las piernas si no era por la circulación o la artrosis. Y a los ochenta, los nudos en el estómago se deben a una digestión pesada o a la hernia de hiato. Pero ahí estaba él, frente al espejo del baño, arreglándose como si fuera su primera comunión, temblando como un flan y con un nudo en la boca del estómago. Cogió el bastón, pero en el último momento lo dejó contra la pared. Y enfiló la puerta, emocionado como un chiquillo. Cybrghost ...
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He leído los siete del tirón... me gusta mucho esta serie de haikus, ya sabes que me encantan y de vez en cuando los practico.
ResponderEliminarQué sería de las rosas sin las miradas.
Un abrazo de sílabas
Pues muchas gracias, aún te quedan, espero que continúen gustándote.
EliminarNada para glosar! Está todo dicho, Cybr.
ResponderEliminarUn placer seguir esta serie tan bella.
Saludos van
El placer es ser leído y más aún comentado.
EliminarEs que igual que hay miradas que matan, las hay que dan la vida... me gustó también este tándem.
ResponderEliminarNo sé de quien era, inculto yo, decía que quien no comprende una mirada no comprende una larga explicación.
EliminarPues un haiku muy triste, mucho. A mí eso de que las rosas se marchiten por la ausencia de alguien me entristece.
ResponderEliminarBesos por esta serie,
en la que no he podido comentar en todos,
pero los he leído.
Gracias por leer y por comentar. Triste, nostálgico, no sé.
EliminarRomanticismo del mejor...
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias una vez más.
EliminarEsta fotografía ya te la conocía y me encanta y ahora con este haiku, la has redondeado de belleza.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me sonrojas. Gracias.
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