(Versión prosa) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón antes que mi voz acabe de disolverse en el susurro de los oídos distraídos ocupados en otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, de tratar de gritar al viento y que el viento sople a la cara, y que mis palabras me retumben en la cara. Hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, donde al menos vivirán en una ilusión, ajenas a lo que su padre sabe. (Versión Verso) Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Previo mi voz se disuelva en rumor De oídos distraídos, ocupados En otras notas. Callo, hoy callo. Cansado de desgañitarme, tratar De gritar al viento y que el viento sople A la cara, retumben las palabras Contra la boca. Callo, hoy callo. Y mando mis palabras a un cajón, Ajenas a lo que su padre sabe. Que al menos vivan en la salvación De ilusión sorda. (La versión verso esta incompleta. A sugerencia de Gonzalo Escarp...
Es bueno tener unos brazos en los que refugiarse en las tormentas, y en la calma, también.
ResponderEliminarBesos desde el aire
"No es bueno que el Hombre este solo" -Dios- :-)
EliminarQué bonito, me gusta mucho, sobre todo en la tormenta.
ResponderEliminarUn abrazo
La tormenta es un elemento muy simbólico y poético, a mi entender, da mucho juego.
EliminarEstá dicho que la poesía en general y el haiku en particular no es lo mío, para nada, pero al leerte se me ha ocurrido jugar con tu pieza.
ResponderEliminarEn la noche
otra tormenta contigo.
Sueño y desconsuelo.
Gracias por el regalo, Miguelángel.
Un abrazo,
Al final caerás. Hermoso. No hay de qué dar gracias. A ti por tus letras.
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